17 de octubre de 2014

La estrella


Ella vuelca la jarra de aguas sagradas
sobre la tierra ajada e infértil.
La miro verterla acurrucado y salvaje
con ojos de ave deseando carroña.
Mientras el agua pura se deja caer
la bella mujer sonríe iluminada
muestra ante mis ojos sus divino sacrificio
alimenta la esperanza enseñándome a ver.

No quiero resistir, quiero soltar
estas cadenas de estúpida convención.
No quiero mirar, yo quiero ver
desnudas las almas, desnudo el corazón.
No quiero beber, quiero limpiar
con pureza cristalina el barro mundano
El puerto me espera, el barco se va
subamos ahora que aún hay tiempo.



























Pintura: Vito Campanella

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