16 de diciembre de 2015

Descripción perfecta

Un marinero está en un barco infinitamente pequeño, perdido en un océano infinitamente inmenso, en medio de una tormenta cruel. 

En plena noche el barco sube y baja cientos de metros, se hunde entre las olas en precipicios de agua, para luego emerger y posarse en la cresta de una de ellas, toca el corazón de la tormenta, con horror parece flotar en la electricidad, y luego vuelve hundirse. Solo ilumina la negrura de la noche los rayos y las centellas. El viento estruja el corazón del marinero, el más duro de la tripulación, late, está vivo.

Tiempo después la calma absoluta, el océano quieto, inmóvil. El aire estático y el sol brillando tenue a lo lejos. El mismo marinero se aburre en su camarote, luego se duerme y la vida sigue un poco más.




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